lunes, 6 de octubre de 2014

POEMAS A LA NOCHE Y EL DÍA (I)


Tengo una serie de poemas a los que he titulado "Poemas a la noche y el día", y como su nombre indica, son dedicados a estos dos conceptos. Digo conceptos porque no describo la naturaleza. Tampoco pretendo dar una impresión de lo que ésta me transmite. Quiero, a través de las metáforas de la Noche y el día, plasmar estados de ánimo que sólo el Inconsciente me brinda.
Quiero que lean estos poemas de forma especial. Que se pongan en el pellejo del protagonista de cada uno de ellos. Este, el I, es la luna. La luna asesina, que ha roto el canon de belleza, de pureza. Sólo así, podrán entender lo que quiero transmitir:





I
Deseóse la luna
ocultar su ingenuidad,
su vil pureza,
sus labios rojos.
Hallándose a sí misma
en el témpano errante,
el dolor como guía.
los dedos ensangrentados,
convirtió la noche, en día.
Y el alba se desangra,
pidiendo clemencia,
afligida,
acordándose del día,
en que, sigilosa,
la luna la despojó
de su inocente risa.


Danna Merchán


domingo, 31 de agosto de 2014

METAMORFOSIS ELÍPTICA



Sonando Don't cry de Guns 'n Roses 

Talk to me softly, 
there's something in your eyes
don't hag your head in sorrow
And please...don't cry

No son pocas las ocasiones que me han preguntado si no soy capaz de escribir algo que no sea oscuro, algo 'bonito'. Desgraciadamente, sí. Sí soy capaz. ¿Quién no es lo suficientemente humano para no decir algo, que aunque no le salga del alma, suene 'bien'?
Yo siempre he preferido dramatizar, cultivar el olvido y hacerlo mío. Aunque él huya de mí. La 'felicidad' o simplemente la 'alegría' es demasiado monótona, ¿no os parece? 
Pero bien, hoy voy a escribir algo, que para variar, suene a poesía viva. No acostumbro a plasmar mis alegrías, confieso. Como la manzana más verde y más alta del árbol, también la más deseada, para mí el entusiasmo no nace del júbilo o regocijo. Mi inspiración es tan poco superficial que ni estos estados de ánimo me animan a escribir. 
Quiero dejar constancia, también, de que mis escritos no son autobiográficos. La literatura es toda una mentira, con antifaz de cordero, pero con un corazón de lobo que desgarra. 
No sabéis lo que es sangrar el alma, llamar, gritar a Nadie. Y que sólo te escuchen tus palabras. ¡ Esas eternas enemigas, del tiempo y del espacio, del continente y contenido que no significan Nada!
Pues bien, ésto te lo dedico a ti, Nadie, inspiración de mis poesías vivas, de mis continencias regulares, de mis ansias viperinas. A ti, ser que, como describió Bécquer en su rima XI :


(...)
Yo soy un sueño, un imposible, 
vano fantasma de niebla y luz; 
soy incorpórea, soy intangible: 
no puedo amarte. 

A ti, porque me dediqué a observarme a través de ti. A conseguir redimir mis lágrimas con el cauce desértico de tu marea, a rendirme a tu encanto envuelto en la masa de mi cuerpo. A sentirte en cada exhalación, dulce fragancia de jazmín. Logré descifrar cuáles son las notas exactas que entonan tu embriagadora voz, al pronunciar cada letra que me despierta los poros de la sinrazón, a reconocerla en cada onda musical, en cada labio mudo que desvanece en el cielo. Logré, sin más preámbulo, a soñar con tus sueños, a que me dediquen el tiempo necesario para admitir que, el ángel que vive en mí, despierta con la eterna lámpara de tu luz. Y la seguiré, aunque eso conlleve al No-ser infinito. Olvidada y desolada, porque la noche te sueña y te espera, y aunque no amanezca entre cera la madrugada, para ti, es la más anochecida capa.


Danna Merchán





domingo, 24 de agosto de 2014

Mi único anhelo


En esos días, que a falta de resignación, nace la impaciencia, -la cual sustituye la agonía, se reduce la energía, o se transforma, para dar paso a la nostalgia. Al falso anhelo. 
Y es que, después de todo, no puedo obviar mi condición de errática humana. Esbozaré quizá mi estrepitoso, y no por ello malintencionado, pedido a 'nosequién' en 'nosedónde'. Un espacio tranquilo y atento, me entrelaza y me transporta a una pesadilla. Aunque más que pesadilla, es un sueño feroz y rígido, pero como todo lo rígido, es lo más volátil que se pueda apreciar.
No se puede vivir sin una voluntad. De hecho, vivir sin voluntad es simplemente existir. Ya no hablemos de 'Convivir', acto el cual no puedes llevar a cabo sin antes tener esa perpetua ansia de VIVIR. 
En realidad, en esos momentos de maligna soledad - tomando las dos como adjetivos explicativos-, quisiera que me enterraran en algún lugar donde mis pensamientos no me alcanzasen. Parecerá absurdo, pero sucede que éstos son tan infinitos, que sé que en la tumba me rodearán y no me dejarán descansar. 
En ese 'lugar', la cabeza no me llamará a gritos sordos. El silencio será opaco y callado. El aire no respirará y mi piel, como materia inservible, se desvanecerá y mi eterna esencia, desaparecerá. Yo, - mi trozo de carne-, se pudrirá en la muchedumbre soledad. Nadie me recordará, ya que mi recuerdo es y será gris como mi existencia en la Tierra. 
Me señalarán ahí, todos, nadie, y no estaré sin estar bajo tierra.

Deseo que la araña obscura de mi cuarto teja esa guarida, mi guarida. Para yacer eternamente y despertar, si un caso, en el crepúsculo de mis sueños. 

Donde Nadie es nadie, y Yo no soy.


Danna Merchán





lunes, 11 de agosto de 2014

GRITOS DE ULTRATUMBA



Hacía tiempo que no me sucedía algo así. Y aunque el tiempo, hijo bastardo del incomensurable  Cosmos, no me ayuda, aquí estoy. Sangrando por los costados. Sembrando armonía y Caos, a pesar de este depresivo clima. 
Miro hacia adentro, y no veo más que polvo, suciedad que nunca debió quedar. Un día me prometí jamás prostituir mi alma como la mayoría de personas que escriben. ¿Y qué? Así me hallo. No soy buena haciendo confesiones. Es más, soy una cínica,- he aquí mi brillante 'confesión'-. Nunca he podido decir nada sobre mí sin que quedara encerrado en sintagmas incoherentes. ' Es que no se entiende lo que escribes' ¡Claro, amigo! No me interesa que se entienda. Hoy es un día en el que no necesito que no me entiendan. No puedo disfrazar más los gritos de Ultratumba. Porque son ellos, al fin y al cabo, los que se disfrazan de mí.
El ángel que habitaba en esa mirada se esfumó. No sé en qué momento le destriparon las entrañas y le arrancaron las pocas fuerzas que resguardaban sus puñales de oro. Ya no. Ahora es el que ronda en busca de algo mundano, de algo cercano. Sabe que no encontrará nada que le pueda sospesar, algo que le pueda aliviar esa herida mortal en el pecho. Se abre de vez en cuando y le arde. Vestigio infernal que le susurra cuánto tiempo mitigará su rostro volátil en la tierra. Ángel de nadie.




Danna Merchán

miércoles, 23 de julio de 2014

Eternidad e Infinitud

De Cóncavo a Convexo



Estando en el espacio determinante de mi vida, caí al abismo. Despreciando las migajas del olvido, abordé el silencio y rescaté las horas perdidas. Las noches me abruman y me arden fríamente. El cielo infernal me cuenta el instante muerto de un hachazo y me revuelve las entrañas con su alma de cordero. He cambiado una eternidad por un segundo de tu voz. He sentido lo que es la infinitud del viento en tu piel. Y ya no sueño, dulce agonía, como soñaría la palabra muda en el aire, sino que he aprendido a recordar al olvido. Tocándolo, acariciándolo como se rozan las notas musicales, como se acumulan los átomos en el espacio, desordenando el Caos.

Me enveneno con silencios, y paradójicamente, me reviven las palabras que jamás nacieron. Y ahí me hallo:  en un cuarto obscuro, resultante, pero anclado a mi alma como el reloj que para el tiempo en mis sueños. Las agujas empiezan a tambalear y aparecen seres inanimados e intento salir. Las cuerdas flojas que pisan mis manos se rompen, y caigo de nuevo en el bucle temporal y desfallezco. Despierto. Me encuentro de nuevo con un espejo cóncavo que me revive y me tienta. Le toco. Parece una línea fría, como un pincel punzante y me estremezco - esa no soy yo- . Me levanto. Me atrapa un murmuro por detrás y desvanece la línea y da paso al semicírculo. Me giro. La silueta ahora en un espejo convexo me palpa- soy real-. Se descuartiza la imagen y retrocedo en el tiempo.
La vida, los sueños, los seres, no somos más que imágenes que trascienden de Cóncavas a Convexas. Delirantes de emoción.

Danna Merchán



martes, 13 de mayo de 2014

Carta al Dolor


'Cuántas veces yo pensé volver, y decir que de mi amor nada cambió... pero mi silencio fue mayor, y en la distancia muero, día a día, sin saberlo tú...'

No sabía cómo empezar. Ni mucho menos cómo acabar. Pero las palabras sangran, y no puedo sanar sin llegar a dejar el orgullo de lado. 
Por otra parte, puede parecer una carta convencional, pero será algo que destruya no el fuego, ni mis manos, ni siquiera el olvido. Será algo que demolerá tu silencio. 
El tuyo, porque el mío te busca, acaricia tu fantasma, besa las entrañas de tu recuerdo. En el epicentro de tu esencia, doy toques con mis dedos para que aparezcas, pero sólo palpo tu voz: Entrecortada, ronca, apacible; dulce, embriagadora, magistral, con sabor al mejor fruto mezclado con miel. Su tacto es como el de los pétalos de amapola, cashmire, delicada, de seda. Y su color.... recordar su tonalidad me produce un pequeño escalofrío que me enciende las venas y me degüellan las ansias. Su pigmento es celestial, simple y llanamente. 
Siento dedicar palabras a alguien que no las va a leer, pero me desvanezco. Entiéndelo, ya no siento tu ausencia; lo que me duele es tu no-presencia en mis noches de insomnio voluntario, cuando arrullabas la voluntad de Morfeo y me vencías, y yo recaía en el placer de tus sedientas ganas. 
Tu no presencia. Te olvidaré, no miento. Sería cínica si dijese y afirmase que vivirás por siempre en mí, pero no es así. Te recuerdo ahora, en este momento, porque me hace falta tu voz y tu ser, pero mañana quizá te olvide. Hoy moriré, como muere la rosa al ser arrancada,para vivir decorando una habitación vacía. Yaceré en el cuarto del olvido, decorando mis días sin tu memoria. 
En este segundo me aflijo, te añoro. Duele las punzantes espinas clavadas, que las desgarro una a una y las dejo en mi cama. De noche, en la almohada, se cuelan en mis sueños y me rajan el corazón. 
Te olvidaré mañana, es cierto. Pero te recordaré siempre.
Absolutamente, nunca.


Danna Merchán







lunes, 5 de mayo de 2014

El Adiós a un muerto




I


Se me enciende el alma
del corazón, a las nubes del cielo.
El crepúsculo queda cojo 
y se queja en el zaherido viento;
en mi cama, plácido lecho
donde mora la agonía,
aprisiono, como gotas de perlas frías,
tu empozoñado recuerdo.


II


El aire se lleva el cauce 
del río de tu piel,
condenada sombra
de jazmín y de clavel;
La risa de la amapola,
delirante, aplastante,
recorre mis sentidos,
hasta emitir un dulce chasquido.


III


Me amarro a sus pétalos, 
melancolía de carmín,
y enciendo las velas 
que alumbran el camino
llevándome  a tu entierro.
Volarás en el silencio
donde yacen las olas
que mueren en mi cuerpo.
Y socorrer al moribundo tiempo
será mi vil destino.


IV


Me despido,
quizá sin un adiós,
como un ruiseñor 
que vuela hacia su precipicio
para el fatal suicidio;
me desquito
de mis andamios para así
mi veneno, 
venerarlo y resucitarlo.

Danna Merchán


Imagen: Suliman Almawash



lunes, 21 de abril de 2014

EL ECO DEL RELÁMPAGO




De todos los ecos de las voces del silencio, preferí el estruendoso ruido del relámpago.
Caminaba en dirección contraria, aquella tarde. Me sumergía, como de costumbre, en pequeños baños en el alba de los días, pero entendí por un momento, que la convicción era más potente que su anhelo. Y le vi pasar: pasos suaves, como el despliegue de las alas de una humilde golondrina. Despacio, andaba sin saber, que mis impetuosos ojos, sedientos por lo desconocido, le reconocieron. No subí en espuma, corté las alas. El olvido se apoderó de la línea invisible entre su esencia y la mía. Unas pupilas ondeadas por el balance de la gravedad, por la masa de mi cuerpo, por la relatividad del tiempo.
Encendí mis manos, cual encendedor apagado por la brisa de una gota de rocío, y me escapé. Me marché como lo hacen las rocas inmutables al ver pasar un temporal, un huracán hambriento de esencia rota, de indivisibles formas.
Sonrío al recordar mi idiosincrasia. Es relativo el hecho de sentir sin ser, de parecer sin llegar a estar.
Ahora todo está tan quieto. El frío escapa hacia los incisivos huesos que me aprietan el corazón. Líneas sin sentido, quizá un sentido amargo, trazo sin reconocer el camino que han de seguir.  
Ahora… soy incapaz de traducir las letras que me dicta el alma, sin forzar su sentido. Desaparecieron sus pasos, en aquel sueño, y desapareció consigo el sentido de las luces del viento que parpadean, que se manejan en mis infinitos sentidos.
Ahora escribo, probablemente, como un sordo que compone una melodía. Ciega, sin vista, sin ninguna pista de su rastro. Las huellas de sus pasos se quedaron ancladas por siempre en mis letras. Queriéndolo o no, estarán por siempre en mí. Y yo aquí. 

Danna Merchán


viernes, 11 de abril de 2014

TE PARECES TANTO A MÍ


Van Gogh


"Te pareces tanto a mí… o a mi otro yo. Tanto, que confundo los pretextos de tus sienes, con un sinfín de engaños que me desgarran. No sé diferenciar la brecha que separan tus palabras de mis actos parcialmente involuntarios – y nublados- , sin que una celda me ate a un recuerdo mudo.
Siento tu ausencia como vértigo abisal, como un arranque en el pecho. En mis vísceras, poso mis ansias y muerdo el corazón sin arrancar la cobertura de seda de mi cuerpo. En el vientre de mi sien, nace y brota la angustia, viperina avispa que pica mis entrañas, visceral deseo. Eso sucede cuando te apartas, te agotas, te evaporas en un mundo de sutil transparencia, de nubes rojas, de manantial fogoso.

Te asemejas tanto a mi pensamiento abstracto, dulce lúgubre alma del ocaso, que tu fantasma, abismal tormenta, se incrusta, cual manto de amapola jadeante, en la cornisa de mi piel. Y me rajan, y sangro por las esquinas, cuando mis piernas sacuden las llamas dormidas de la aurora. Con el pie izquierdo, o el derecho, me levanto en el cielo de los vivos, resucitando de dolor inerte, cual existencia apaciguada con tu vista, tus eternas pupilas anochecidas de fuego. Porque de todos, no sé cuál es realmente el muerto, si tú o yo."

Danna Merchán

lunes, 7 de abril de 2014

ABISMO


Y LOS VIVOS ESTÁN MÁS MUERTOS QUE LOS MUERTOS. Y LOS MUERTOS ESTÁN MÁS VIVOS QUE LOS VIVOS.


Abandoné la trinchera del olvido,
buscando un resquicio de mi piel.
Sin caminos, sin destino,
al lúgubre manantial de hiel.

Suplicios, arrastrando la esencia de su muerte,
hasta fugarse, inerte,
de su cruel 'sino'.

Mendigo, cual huérfano oxidado,
cual espíritu, que en vano,
predice la derrota de sus días.
Y me hallo perdida
en una ráfaga de fría brisa.


Resucita mi voz, ya deslucida,
y germina, en un sueño
que desprende olor a insecticida.
Me derrota,
me derriba
y a la deriva,
cual flor que germina
en el fatal suplicio,
encuentro dos palabras cojas
que me gritan:
“desalmada, ¡arriba!”

Danna Merchán

Imagen: Suliman Almawash






jueves, 3 de abril de 2014

SOMNI /SUEÑO



Este texto, lo escribí originariamente en catalán. Decidí, por tanto, ' tomarme la molestia', de traducirlo al castellano, y así poder subirlo. Cabe decir, en caso opuesto, que aunque sea el propio autor quien traduzca el texto, siempre se pierde algo de esencia. Lo cual, pondré debajo el original para quien prefiera leerlo en catalán. Es un relato de un sueño, algo surreal- no por ello un sinsentido-, pero sí algo envolvente y paradoxal. Más que un sueño, es algo que 'deriva de'. 








‘Es importantísimo el caso del hombre que ha llegado a una avanzada madurez, y ha roto todos los lazos de los amores y las amistades primeras, que se siente vecino de la muerte, y que puede decir como Goethe, en la dedicatoria de Fausto: Mi canto resuena en las multitudes desconocidas’ Josep Maria de Sagarra.

 Dedicaba unos segundos a aquellos pensamientos, mientras mi alma meditaba intranquila por todo aquello sucedido. Un hombre nunca acaba de crecer en palabras, en sentimientos. La madurez parece que brote de un sentimiento ajeno a la persona. Miraba mi mente y parecía que la tuviera delante, como un escaparate, o peor todavía para la palabra humana: como un espejo. La sombra de mi recuerdo me mostraba cada sospecha pasada, callada por cuatro toques de timbal.  Me desvanecía de manera invisible, resultado de todas las convivencias absurdas con las meditaciones.
En aquel segundo, marcado por el Tic-Tac del reloj, el sueño desapareció. Me quedé brillando como una estrella perdida, como un cometa en el vacío del Universo, perdida entre mil palabras mezcladas, una lengua absurda. ¿Palabras?, ¿Qué son?, ¿Recuerdos, para qué sirven? La Nada contesta sin cruzar una sola letra conocida por mi entendimiento: lo ahoga, en cualquier pozo sin agua. Después de persuadir al tiempo, casi infinito, las manos se pusieron de acuerdo para escribir lo sucedido en el sueño abismal. Una lámpara fría (al tacto poderoso del cielo afectado), me quemó la punta de los dedos como fuego eterno de brasa. Me encendió el espíritu que dormía, despierto, en un sitio desconocido. Y sí, paradoxalmente, mi espíritu, contradictorio a todo aquello cognoscible, se despierta cuando duermo.
Una pequeña y perezosa hoja de roble, me desconcentra con su vivo color. El fulgor de esta hoja me desconcierta. Cierro los ojos, buscando la última palabra pronunciada, pero únicamente encuentro la imagen de un bosque seco.
Aquel sueño, en dos segundos, murió. 






***

‘És importantíssim el cas de l’home que ha arribat a una avançada maduresa, i ha trencat tots els lligams dels amors i les amistats primeres, que es sent veí de la mort, i que pot dir com Goethe, en la dedicatòria de Faust: el meu cant ressona a les multituds inconegudes’. Josep Maria de Sagarra.


Dedicava segons a aquells pensaments, mentre la meva ànima meditava intranquil•la per tot allò succeït. Un home mai acaba de créixer en paraules, en sentiments. La maduresa sembla que brolli d’un sentiment aliè a la persona. Mirava la meva ment i semblava que la tingués al davant, com un aparador, o pitjor encara per la paraula humana: com un mirall. L’ombra del meu record m’empassava cada sospita passada, callada per quatre tocs de timbal. Em deixondia de manera invisible, resultat de totes les convivències absurdes amb les meditacions.
En aquell segon, marcat pel tic tac del rellotge, el somni desaparegué. Em vaig quedar brillant com un estel perdut, com un cometa en el buit de l’univers, perduda entre mil paraules mesclades, una llengua absurda. Paraules? Què són? Records, per a què serveixen? El no-res contesta sense creuar ni una lletra coneguda pel meu enteniment: l’afoga en qualsevol pou sense aigua. Després de persuadir un temps quasi infinit, les mans es van posar d’acord per escriure allò viscut en el somni abismal. Una llàntia freda ( al tacte poderós del cel afectat) em va cremar la punta dels dits com foc etern de brasa. Em va encendre l’esperit que dormia, tot i despert, en un indret conegut. I sí, paradoxalment, aquest meu esperit, contradictori a allò cognoscible, es desperta quan dormo.
 Una petita i mandrosa fulla de roure em desconcentra amb el seu viu color. El fulgor d’aquesta fulla em desconcerta . Acluco els ulls, buscant l’últim mot pronunciat, però únicament trobo la imatge d’un bosc sec.
Aquell somni, en dos segons, va morir.

Danna Merchán 

lunes, 31 de marzo de 2014

EL VACÍO





"Blanco marfil era la almohada 
que escurrió tus entrañas de madrugada.
Me hallé en un paraíso de jazmín
con el olor que dejaba tu respiración.
Me acurruqué en Venus, hechizada,
y encontré el duende que en ti, habitaba.
Destello de luz infinito, 
volaré hacia ti, hasta que me quemen las alas. 
Entonaré la nota imposible para que tu alma
me escuche, desde tu alcoba, a mi espalda.


Pintaré el cielo donde habitaremos
cuando el mundo cese de su injuria,
 crearé palabras que sólo tú comprenderás,
construiré castillos de pluma en el mar. 
Suplicaré al viento que te cuente las noches
que invocaré espectros que te llevarán:
el reflejo de mi alma, para que la beses,
el reflejo de mis besos, para que no te alejes."


Danna Merchán



Foto: Suliman Almawash



viernes, 28 de marzo de 2014

Desarmando un mito



El adoctrinamiento nos lleva a los prejuicios. Incluso adoctrinar en contra de los prejuicios y/o en contra de las doctrinas, es contraproducente.
Ha llegado la primavera. Llevamos una - o dos- semanas en ella. Ciertamente no lo sé exactamente, porque últimamente tengo la percepción del tiempo nula por completo. Pero algo sí sé y es que el tiempo se ha vestido de funeral. Yo también.
Estoy acostumbrada a escuchar lo que todos decís, o dicen, acerca de esta estación. Suele decirse que es preciosa, y que germinan las flores, y los deseos. Yo puedo decir que la mía es fúnebre, lúgubre y se viste de luto.
Llevo ya unos 5 años despertando, e hibernando tanto que quizá esta estación está como en un invernadero. Soy como la planta, que por no ser, y por pretender, se queda a medio camino entre artificial y descomprimida.
Nótese la ironía. Yo jamás he pretendido llevar la contraria, simplemente ha sido inevitable. Y quizá por mi falta de fe en las cosas poco trascendentales, sé muy bien lo que detesto: el adoctrinamiento. O simplemente los tópicos.
Muchos pensarán ¿qué tiene que ver? Nada, absolutamente. No trato de dar mi visión objetiva - ni siquiera subjetiva- de nada. Porque no me interesa.
He perdido el hilo del texto, lo siento. Es viernes ¿y qué? posiblemente termine la noche escribiendo y diciendo mentiras, como de costumbre. O inventando falacias por los rincones de mi oscuro aposento. Quizá deslumbre el foco de luz y quede ciega la bohemia, sin sentido alguno. Poco transcendente. La primavera ya llegó - tarde, para vuestro daño, temprano, para mi mal- y las 'flores florecen'. Yo florezco, pero en mis sueños, donde saco las fuerzas para avanzar hacia un camino inexistente, creado por cualquier vestigio de esperanza que aún quede en un alma sombría.
Seguiré siendo, siempre y cuando no deje de ser. 
Quiero que tengan en cuenta que lo que yo hago, mayoritariamente, es literatura y no eternas reflexiones. Y en literatura todo son mentiras, disfrazadas de algo de verdad, ergo todo lo que he escrito, no se crean ni la mitad. O sí. Quizá pueden creer la mitad y así aprenden a leer entre líneas.


Danna Merchán

jueves, 27 de marzo de 2014

VOZ DE TITANIO



"Entre lagos perdidos, caminaba;
entre pétalos marchitos, me hallaba.
Lloviznar sentían mis consumidos labios.
Entre tanto tu retina se torna
castiza y no se acuesta
con la humilde rutina.
Le doy al recuerdo tu voz, para que la posea,
y te deje en mí, herida.
Apoderarse la vil realidad
de mi sombra ebria de Titanio.
En el cielo, tu voz
parece resonar cual quebradiza luz expirada.
Apoderarse siente el viento
de la amapola de mis llantos.
-Abrazaría tus labios para darte
en la pasión de un beso mi calor-
Susurraba la luna inquieta, esa inútil sombra
que se apodera de la marea.
Y revivo en los amaneceres
porque escribo, inútil,
los placeres que me presta
tu presencia, infinito
reflejo de ausencia,
anclado en mi alma muda
que las lágrimas reflejan
cuando te ausentas."
Danna Merchán



Pintura: Jacek Yerka

miércoles, 26 de marzo de 2014

Remembranza



"Después de todo, no fuimos nada. Nada ni en el espacio, ni en el tiempo. Ni siquiera en mis sueños, donde dormida tengo, la percepción de lo malo y lo bueno.

Fuimos, incesantemente, dos estrellas lejanas, resplandecientes y fugaces, que se alumbraron por la atracción de su luz y de su fuego. Pero el hielo eterno de mi ser, un sin sentido constante del no-ser, me convirtió en mariposa opaca y disecada, alas sedientas, en busca del Sol, que debido al péndulo invisible del tiempo, se extinguió. 
En mi Universo quizá te esperé. Tú, sincero despido, debido a la inactividad de mi memoria que recordar no pudo, la esencia del olvido. Y perdí la voz en mis oscuros aposentos, en delirios perpetuos y sombras vanas, sin entidad alguna. Y me encontré contigo, ente despierto, vagando en la postergación de los días, entrelazado con la omisión de tus heridas. 
Y así estuvimos, estando sin estar, siendo sin ser, y queriendo ser, sin poder. Pero jamás evoqué un suspiro sin sentirlo, porque aunque no fuimos, siempre te tendré como recuerdo infinito."

Danna Merchán

Hoy el texto que voy a subir es de mi compañera y amiga Carmen Sosa. Nuestro estilo es bastante diferente, pero la esencia es la misma.
Muchas veces sucede que después de una relación lo único que quedan son vestigios de olvido, de reminiscencia marchita,y esta prosa es un ejemplo de ello.


" Quizás dejamos de querernos, quizás todo se volvió un sin sentido. Tal vez fue tu error, o tal vez el mío. Pero ahora ya dudo de si algún día te he querido. Pero ¿por qué dudo de algo que hace unos segundos era tan real, como el latir de tu pecho junto al mío? Ahora ya nada tiene sentido. Todos los cafés ya no saben a café, y pensar que era nuestra rutina, nuestra manera de compartir cada tarde. Tú bebías, y a mí me empezó  gustar, porque justo después te besaba, y supe que nunca querría dejar que mis labios sintieran ese sabor amargo que impregnaba mis labios, y ahora ni el café tiene sentido porque no procede de tu boca.
Las mañanas no son iguales. No son ahora, tus buenos días quien me despiertan, y te confieso que cada madrugada me despierto a la misma hora, para ver si aún te acuerdas un poco de mí, y me regalas esas palabras que hacían que todo recobrara vida, pero la realidad es a veces tan absurda, es la soledad de tus silencios o tal vez los míos.
Pero recuerda, cariño, que la distancia no es ausencia, ni el silencio es olvido, y aún sigo dudando de si te he querido. Es absurdo, dudar de ello, porque todavía te quiero, y cada día más. Ahora me despido, y sabes que odio despedirme con una poesía, porque jamás volveré.
Pero lo más incoherente, es que tú estas palabras no las leerás, ni siquiera imaginarás que aún yo te sigo queriendo. Tú seguirás con esa idea preconcebida de mí, que se aleja tanto de la realidad… pensarás que ya tengo nuevas bocas que besar, pero nada más lejos de la realidad: odiaría tener que buscar nuevos besos, pero ni tú eres ya tú, ni yo soy yo.
Me muero por quererte, pero a mi forma, a mi manera. No esa forma rara que te gusta a ti, esos ‘te quiero’ y te odio, y te espero.  Odio tu locura, esa locura de vivir al límite, y ese límite, amor, ya lo hemos superado.
Cómo quisiera tocarte, acariciarte, besar cada lunar de miel de tu piel. Cada cicatriz de tu rostro, lamer tus heridas. Que tu cuerpo sea mi cuerpo. Encerar mis manos en tu piel, poner candado y echarlo al mar para nunca dejarte escapar. Jugar a la montaña rusa, esa que tú decías que era nuestra relación, pero que esta vez ella fuera nuestros cuerpos, que esas idas y venidas, subidas y bajadas, fueran las de tus besos. Provocar un cortocircuito, para que todo Madrid se quedase sin luz, y de ese modo salir clandestinamente. Hazme el amor en cada recoveco de la ciudad, y empecemos por el típico retiro, hazte tuya allí. Estoy segura que el mismísimo Fernando IV desearía dejar de ser de piedra para rozar tu suave tez. Continuemos por donde tú quieras, no importa, sólo déjame, porque esta noche Madrid es sólo tuya y mía.

Carmen Sosa 







lunes, 24 de marzo de 2014

ERA, SOY Y SERÉ





"Abrumadora sombra de silencio,
del olvido, cómplice perpetua,
en un suspiro, reencarnación de la Nada,
manantial de hielo frío, Era. 


Amante de los cauces de mi pecho, 
muda incesante de dolor, marchita,
estallido opaco de fulgor,
onda de luz de fuego Soy.


Astro que gira en un sólo sentido,
cadena ardiente, de párpados errantes,
anaranjado atardecer de tus ojos,
de tu sombrío camino, leal compañera, Seré."

Versos Marchitos- Danna Merchán



viernes, 21 de marzo de 2014

Alas del olvido, Insomnio


“Muchas ocasiones fueron las que quise emigrar a su cuello y anidar en él. Pero una razón nos alejaba, y es que estaba demasiado cerca, para que mis alas de cristal, pudieran alzar el vuelo. Emprendí un viaje, casi inevitable, a la primavera del olvido, acordándome así, de la falta de memoria del invierno.


Y como las oscuras golondrinas, sacudí el alerón de mis ganas, y fui hacia la ventana de la soledad a esperarle, si saber, ilusa, que jamás regresaría a nuestro nido. Me posé en las ganas de la aurora, y seguí poniendo el corazón en cada nota que entonó mi voz, al pronunciar su nombre.”


 Danna Merchán 

jueves, 20 de marzo de 2014

Resucitando




Hace un tiempo quise crear este blog, por motivos seculares poco relevantes. Sucumbir el alma y relumbrar el espíritu serían los objetivos principales. Hacerse un hueco en este difuso - y por lo tanto, más competitivo- mundo, resulta todo un reto. A decir verdad, es paradójico el hecho que haya tan poco - perdón por la osadía- nivel literario, y que a la vez, de forma sistemáticamente inequívoca, haya tanta competencia. 
Sin más preámbulos, quiero presentarme: mi nombre es Danna Merchán, estudiante de Derecho y, de forma regresiva, escritora de ensayos y prosas poéticas. Los poemas son para mí algo más que un simple entretenimiento, es un somnífero y anestésico-analgésico que me cura en mis terribles delirios. Supongo que padezco la misma enfermedad que erradica en la esencia del ser humano y que no hemos podido hallar una cura sistemática que no se base en la destrucción de la libertad y la autodeterminación.
Postreramente, y ya para finalizar este breve discurso, quiero presentar a mi colega de letras y también estudiante de Derecho Carmen Sosa, extremeña dulce y bohemia, loca amante de la vida. Me acompañará en la incesante lucha por aportar un destello de luz a este bosque dormido, a esta medianoche sin brío.

Nosotras, las que somos, seremos más de lo que fuimos, aunque eso nos cause el no ser eterno.

Danna Merchán