domingo, 31 de agosto de 2014

METAMORFOSIS ELÍPTICA



Sonando Don't cry de Guns 'n Roses 

Talk to me softly, 
there's something in your eyes
don't hag your head in sorrow
And please...don't cry

No son pocas las ocasiones que me han preguntado si no soy capaz de escribir algo que no sea oscuro, algo 'bonito'. Desgraciadamente, sí. Sí soy capaz. ¿Quién no es lo suficientemente humano para no decir algo, que aunque no le salga del alma, suene 'bien'?
Yo siempre he preferido dramatizar, cultivar el olvido y hacerlo mío. Aunque él huya de mí. La 'felicidad' o simplemente la 'alegría' es demasiado monótona, ¿no os parece? 
Pero bien, hoy voy a escribir algo, que para variar, suene a poesía viva. No acostumbro a plasmar mis alegrías, confieso. Como la manzana más verde y más alta del árbol, también la más deseada, para mí el entusiasmo no nace del júbilo o regocijo. Mi inspiración es tan poco superficial que ni estos estados de ánimo me animan a escribir. 
Quiero dejar constancia, también, de que mis escritos no son autobiográficos. La literatura es toda una mentira, con antifaz de cordero, pero con un corazón de lobo que desgarra. 
No sabéis lo que es sangrar el alma, llamar, gritar a Nadie. Y que sólo te escuchen tus palabras. ¡ Esas eternas enemigas, del tiempo y del espacio, del continente y contenido que no significan Nada!
Pues bien, ésto te lo dedico a ti, Nadie, inspiración de mis poesías vivas, de mis continencias regulares, de mis ansias viperinas. A ti, ser que, como describió Bécquer en su rima XI :


(...)
Yo soy un sueño, un imposible, 
vano fantasma de niebla y luz; 
soy incorpórea, soy intangible: 
no puedo amarte. 

A ti, porque me dediqué a observarme a través de ti. A conseguir redimir mis lágrimas con el cauce desértico de tu marea, a rendirme a tu encanto envuelto en la masa de mi cuerpo. A sentirte en cada exhalación, dulce fragancia de jazmín. Logré descifrar cuáles son las notas exactas que entonan tu embriagadora voz, al pronunciar cada letra que me despierta los poros de la sinrazón, a reconocerla en cada onda musical, en cada labio mudo que desvanece en el cielo. Logré, sin más preámbulo, a soñar con tus sueños, a que me dediquen el tiempo necesario para admitir que, el ángel que vive en mí, despierta con la eterna lámpara de tu luz. Y la seguiré, aunque eso conlleve al No-ser infinito. Olvidada y desolada, porque la noche te sueña y te espera, y aunque no amanezca entre cera la madrugada, para ti, es la más anochecida capa.


Danna Merchán





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