Este texto, lo escribí originariamente en catalán. Decidí, por tanto, ' tomarme la molestia', de traducirlo al castellano, y así poder subirlo. Cabe decir, en caso opuesto, que aunque sea el propio autor quien traduzca el texto, siempre se pierde algo de esencia. Lo cual, pondré debajo el original para quien prefiera leerlo en catalán. Es un relato de un sueño, algo surreal- no por ello un sinsentido-, pero sí algo envolvente y paradoxal. Más que un sueño, es algo que 'deriva de'.
‘Es
importantísimo el caso del hombre que ha llegado a una avanzada madurez, y ha
roto todos los lazos de los amores y las amistades primeras, que se siente
vecino de la muerte, y que puede decir como Goethe, en la dedicatoria de
Fausto: Mi canto resuena en las multitudes desconocidas’ Josep Maria de
Sagarra.
Dedicaba unos
segundos a aquellos pensamientos, mientras mi alma meditaba intranquila por
todo aquello sucedido. Un hombre nunca acaba de crecer en palabras, en
sentimientos. La madurez parece que brote de un sentimiento ajeno a la persona.
Miraba mi mente y parecía que la tuviera delante, como un escaparate, o peor todavía para la palabra humana: como un espejo. La sombra de mi recuerdo me
mostraba cada sospecha pasada, callada por cuatro toques de timbal. Me desvanecía de manera invisible, resultado
de todas las convivencias absurdas con las meditaciones.
En aquel
segundo, marcado por el Tic-Tac del reloj, el sueño desapareció. Me quedé
brillando como una estrella perdida, como un cometa en el vacío del Universo,
perdida entre mil palabras mezcladas, una lengua absurda. ¿Palabras?, ¿Qué
son?, ¿Recuerdos, para qué sirven? La Nada contesta sin cruzar una sola letra
conocida por mi entendimiento: lo ahoga, en cualquier pozo sin agua. Después de
persuadir al tiempo, casi infinito, las manos se pusieron de acuerdo para
escribir lo sucedido en el sueño abismal. Una lámpara fría (al tacto poderoso
del cielo afectado), me quemó la punta de los dedos como fuego eterno de brasa.
Me encendió el espíritu que dormía, despierto, en un sitio desconocido. Y sí,
paradoxalmente, mi espíritu, contradictorio a todo aquello cognoscible, se
despierta cuando duermo.
Una pequeña y
perezosa hoja de roble, me desconcentra con su vivo color. El fulgor de esta
hoja me desconcierta. Cierro los ojos, buscando la última palabra pronunciada,
pero únicamente encuentro la imagen de un bosque seco.
Aquel sueño, en
dos segundos, murió.
***
‘És importantíssim el cas de l’home que ha arribat a una avançada maduresa,
i ha trencat tots els lligams dels amors i les amistats primeres, que es sent
veí de la mort, i que pot dir com Goethe, en la dedicatòria de Faust: el meu cant ressona a les
multituds inconegudes’. Josep Maria de Sagarra.
Dedicava segons
a aquells pensaments, mentre la meva ànima meditava intranquil•la per tot allò
succeït. Un home mai acaba de créixer en paraules, en sentiments. La maduresa
sembla que brolli d’un sentiment aliè a la persona. Mirava la meva ment i
semblava que la tingués al davant, com un aparador, o pitjor encara per la
paraula humana: com un mirall. L’ombra del meu record m’empassava cada sospita
passada, callada per quatre tocs de timbal. Em deixondia de manera invisible,
resultat de totes les convivències absurdes amb les meditacions.
En aquell segon,
marcat pel tic tac del rellotge, el somni desaparegué. Em vaig quedar brillant
com un estel perdut, com un cometa en el buit de l’univers, perduda entre mil
paraules mesclades, una llengua absurda. Paraules? Què són? Records, per a què
serveixen? El no-res contesta sense creuar ni una lletra coneguda pel meu
enteniment: l’afoga en qualsevol pou sense aigua. Després de persuadir un temps
quasi infinit, les mans es van posar d’acord per escriure allò viscut en el
somni abismal. Una llàntia freda ( al tacte poderós del cel afectat) em va
cremar la punta dels dits com foc etern de brasa. Em va encendre l’esperit que
dormia, tot i despert, en un indret conegut. I sí, paradoxalment, aquest meu
esperit, contradictori a allò cognoscible, es desperta quan dormo.
Una petita i mandrosa fulla de roure em
desconcentra amb el seu viu color. El fulgor d’aquesta fulla em desconcerta .
Acluco els ulls, buscant l’últim mot pronunciat, però únicament trobo la imatge
d’un bosc sec.
Aquell somni,
en dos segons, va morir.
Danna Merchán
Es cierto que al traducir se pierde mucho del idioma en que el escrito se creó. No obstante tu traducción es perfecta; sólo te pondría un "pero": en castellano no existe el término "paradoxalmente", su equivalente sería "paradójicamente". Creo que eres una perfecta hablante bilingüe y que debes practicar tu creatividad en ambas lenguas que proceden del mismo tronco y no son tan dispares como los gerifaltes de uno y otro lado nos pretenden hacer creer. Y te lo dice alguien que se ha pasado su vida enseñando lenguas españolas: castellano, euskera, catalán y gallego.
ResponderEliminarMe encanta leer en catalán y aprender nuevas palabras. Me parece que deberías poner tus textos en ambos idiomas siempre que puedas.
Hola, Juan Carlos. Tienes toda la razón: paradoxalmente está mal traducido, fue un lapsus, pero temo que siempre me pasa con esa palabra. En cuanto a la segundo, también te doy las gracias por el consejo. Voy a intentar subir los textos en ambos idiomas.
EliminarUn abrazo!