“Muchas ocasiones fueron las que quise emigrar a
su cuello y anidar en él. Pero una razón nos alejaba, y es que estaba
demasiado cerca, para que mis alas de cristal, pudieran alzar el vuelo. Emprendí
un viaje, casi inevitable, a la primavera del olvido, acordándome así, de la
falta de memoria del invierno.
Y como las oscuras golondrinas, sacudí el alerón
de mis ganas, y fui hacia la ventana de la soledad a esperarle, si saber,
ilusa, que jamás regresaría a nuestro nido. Me posé en las ganas de la aurora,
y seguí poniendo el corazón en cada nota que entonó mi voz, al pronunciar su
nombre.”
Danna Merchán
Embelesada leyendo tu alma... Y qué bonita alma. Felicitaciones y muchas letras más. Con amor, tu tía Nanda.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, tía, por leer mi blog. Me alegro mucho de que te guste, y espero seguir escribiendo y poniendo el alma en ello. Un abrazo!
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